A veces pienso lo hermosas que son tus alas, grandes, gigantes, suaves y tersas, luego de la admiración me nace la angustia el enojo y la impotencia que no me deja ver...
y ciegamente te voy arrancando poco a poco, pluma por pluma tu hermoso poder, solamente para tenerte mas cerca, luego haciendote daño sin querer, me arrepiento... tu me abrazas con tus alas y me dices que no me preocupe que todo va a estar bien...